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¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional es un tema que está a la orden del día.
En este artículo, explicaremos de una manera concreta a qué nos referimos y te dotará de alguna herramienta para visibilizar las mismas, y en el caso de que lo necesites, pedir ayuda.
La dependencia emocional es más fácil percibirla en otras relaciones que en las propias. Esto es frecuente ya que cuando somos protagonistas de las relaciones vivimos las mismas con “un efecto lupa” que nos impide ver con claridad “desde fuera”. Por lo que será importante prestar atención a lo que dicen las personas que te rodean.
Es un constructo que se puede dar en cualquier relación bien sea de trabajo, pareja, familiar, o de amistad. Y dependiendo del apego que se genere con la otra persona es más probable que se dé con aquellas que tengas apego inseguro/ambivalente...
Cuando conocemos a alguien generamos unas expectativas de cómo es la persona, generamos una idea sobre sus gustos, ambiciones, proyecciones; su identidad, en definitiva. Y cuando la persona se acerca a nuestro “yo ideal”, puede darse lo que conocemos como “enamoramiento”. Cuando nos enamoramos es importante tener en cuenta que nos enamoramos, por tanto, “de lo que nos falta”, en buena medida.
Admiramos de la otra persona lo que para nosotros/as son nuestras carencias, dificultades, limitaciones…. Así como también de las cosas que nos unen y admiramos de nosotros/as mismos/as. En ocasiones, las ganas de que la otra persona cumpla con las expectativas que generó en un inicio sobre cómo me gustaría que fuese, crea una imagen de la otra persona que puede coincidir o no con lo que realmente es.
A medida que vamos conociendo a las personas esta imagen inicial se va distanciando o acercando a la imagen “real”.
En la medida que esta imagen sea más fiel a lo que imaginamos nos lleva a una sensación de alivio e ilusión y por contra, de decepción.
Esta imagen la generamos de lo que nuestros sentidos captan, por tanto, el lenguaje de la otra persona tanto verbal como no verbal, entre otras cosas, ayudará o dificultará en el proceso. Cuanto más conozca la otra persona su imagen real y más fiel quiera ser en dar a conocer su identidad, menos confusión habrá en el camino.
Y es en este proceso donde se crea la necesidad (tú me das lo que yo no tengo) y, por ende, la necesidad genera dependencia. Conforme más necesidades nos cubran otras personas, más dependientes seremos de estas.
Sin embargo, es importante que no nos visualicemos como seres que no vamos a necesitar de los otros. Somos seres sociales y la satisfacción que nos va a generar relacionarnos con otras personas no la podemos obtener de ningún otro sitio.
Por lo que, tener un entorno social lo suficientemente amplio como para que no se deposite en pocas personas tus necesidades sociales-afectivas te ayudará a evitar las relaciones dependientes.
Así como que ese entorno no sea tan grande donde sientas que nunca es posible que te llegue el amor de todos/as así como darlo también te beneficiará.
Entendemos dependencia emocional, por tanto, esa situación creada por dos o más personas de manera inconsciente donde viven al otro como única fuente de sanación, amor, afecto… entre otras cosas.
Es común, escuchar el término codependencia al hablar de este tipo de relaciones ya que cuando una persona con más carencias afectivas intenta cubrir las mismas con una única persona, esta última si es un sujeto sano, pondrá sus límites acabando con la misma. Sin embargo, es frecuente que dos perfiles dependientes se enreden en estas relaciones buscando el/la uno/a en el otro/a lo que tal vez esté en ellos/as o en otros/as…
Un sujeto sano será aquel sujeto que hace promoción de su autonomía, se responsabiliza de sus necesidades y se hace cargo de sus decisiones y asume la necesidad de otras personas para vivir en comunidad.
Si no puedes, no dudes en pedir ayuda
Si, a pesar de intentarlo y poner todo de tu parte, no consigues que mejore la relación con tu hijo, no dudes en buscar ayuda de un profesional como un psicólogo o terapeuta familiar para así exponer tu caso.
Contamos con Consulta Sanchinarro: Calle Diego Hurtado de Mendoza 8, 1ºD y Consulta Mirasierra: Calle Nuria 59, Centro Comercial Mirasierra 1º Planta Madrid
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